LOS OJOS DEL GATO,,,EL OJO BÁRBARO EN JAPÓN
Arashi San en su pintura situaba al hombre en el centro del paisaje.
Siempre atento a sus alumnos, jamás erraba en su puntualidad a la hora de recibirlos ( Diez minutos antes de la hora de la cita, protocolo japonés ) y a la hora de despedirlos, arañando instantes al tiempo. Había un gato por el atelier. Le llamaba Usagi, que quiere decir conejo, emulando así a los paelleros de la albufera valenciana tan propensos al gato por liebre, quizá en un alarde de humor contenido. El gato se paseaba por la estancia, el maestro le miraba y se sonreían con un movimiento rítmico de párpados. " La clase ha acabado " Decía entonces y yo alucinaba... ¿ Como podía saberlo y acertar certeramente ? Un día se lo pregunte...
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