DOCTOR FAUSTO
FAUSTO Y MEFISTO
Tinta china y pluma sobre papel
Disfruto ilustrando Fausto. Adoro a Mefistófeles y abomino del santurrón doctor que vende su alma a cambio de la eterna juventud y luego se arrepiente. Vagabundeo por el Eros y la magia del Renacimiento. De hecho mis mayores influencias en pintura son Marsilio Ficino, el neoplatónico Pico de la Mirandola y Giordano Bruno. La magia como ciencia de lo imaginario, como el yoga de occidente. La magia, en su más alto grado de desarrollo, es un método de control tanto del individuo como de las masas, que se funda en un conocimiento profundo de las pulsiones eróticas personales y colectivas. A través de la imaginación todo puede ser creado, manipulado La magia es un remoto antecesor del psicoanálisis, de la psicosociología aplicada y de la psicología de las masas. Fantasmas en acción. Vida y fuga.
El amor es la magia. El Eros como Furor Heróico que impulsa a la creación. Y hablando de magos. He sabido que en el castillo de san León, en Urbino, están buscando la tumba de Cagliostro. No me extrañaría que la encontrasen vacía. Como la supuesta del conde de Saint Germain, en un bosque cercano a Salzburgo, en la que dentro del ataúd solamente se enconró un anillo formado por una serpiente con una manzana en la boca atravesada por una flecha. Un caminante que estaba presente se arrodilló y tocó con la cabeza tres veces la tierra, Otro golpeó con su bastón once veces en el suelo. Aquel anillo era el de Rosacruz del miserioso conde, que según el mismo dijo, iba a retirarse a meditar a una lamasería escondida en los Himalayas para volver con renovados poderes y nueva corriente mágica corriéndole la frente. Cagliostro también sostuvo lo mismo. Que no moriría y que después de andar en la oscuridad que todo lo ve, volvería con los saberes transmutantes, la mirada que atraviesa los cuerpos, el don de la ubicuidad y la poliglotía universal. Se lo dijo así a Lavater, en Basilea, en 1781. Lavaer le había dado un cuestionario a Giuseppe Balsamo, también conocido como conde Cagliostro, y como Tischio, Belmonte, Pellegrini, Dana, Max, Leo según los países y momentos.
El fisionomista preguntaba al mago: ¿ Fuentes de vuestros conocimientos ? ¿ Adquiridos de qué manera ? ¿ En qué consisten ? Cagliostro se encogió de hombros y apiadándose de Lavater dijo:
" In herbis, in verbis, in lapidus." " En las hierbas, en las palabras, en las piedras."
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