MIO BYRON EN VENECIA
Dicen que en Venecia no hay jardines, pero los hay. Entre conventos de monjas de clausura, academias filosóficas y literarias, hay jardines bajo estatuas de Venus y Cupido, donde se dan toda clase de intrigas amorosas apartadas de ojos indiscretos...una clase de Arcadia lacustre. Y en Arcadia, yo. Et in Arcadia ego. Ego te arcana Dei. Yo guardo los secretos de Dios. Tu jardín...Los jardines del agua.
En la calle dei Bombaserie, en el restaurante al Graspo de Ua, el grano de uva, hay otro jardín. Un jardín de culos, de esos prefectos, que caben en la mano, dibujados por el maestro Hugo Pratt, padre de Corto, el de Malta. Sirve, este restaurante, comidas que nunca terminan antes de las siete de la tarde, y aunque la carga de alegría y vino es alta, aseguran que siempre se sale del restaurante por el propio pie. Esto me tranquiliza...un Fernández nunca está borracho mientras pueda rodar tres tramos de escalera abajo y golpear con la cabeza contra el chiscón del portero sin herirse. Hijo mio, tienes mi autorización para ir
En este local trabajaba un camarero llamado Pavía, como los soldaditos, que, en todas las visitas del maestro se presentaba con papel y pinceles implorándole que le dibujara un Corto Maltés. Invariablemente Pratt le dibujaba un hermoso culo femenino. La cosa continuó durante años, hasta el punto de que si bien Pavia no tenía un retrato del famoso marino del comic, tenía una colección única de traseros dibujados por Hugo Pratt y que algún día sería recordado precisamente por esta singular posesión. Hay que reservar la sala con antelación. A recordar gamberi imperialli al brandy su vellutata de porri croccanti. Y los culos...
Venecia es el jardín de lord Byron
Me veo en el palacio Mocenigo, desde el balcón del apartamento de la condesa Foscari, mirando por la ventana por la que Byron se asomó tan a menudo.Hay una placa que data de 1974 que recuerda la estancia del poeta en ese palacio. Veo en la otra orilla del gran Canal a unos turistas que esperan el vaporetto, haciendo fotos sin parar con sus móviles. Tac, tac, tac podredumbre...Irresistiblemente pienso en la ametralladora de Dalio, en los amantes de Verona. LLevan las gorras de beisbol con la visera hacia atrás, como si fueran bailarines de break bizarros, para ocultar el enjambre de vicios que les moran en la nuca supongo...desgraciadamente el futuro pertenece a los gorilas !
Byron escribió aquí el Don Juan. La placa será destrozada, el palacio Mocenigo y toda Venecia se hundirán bajo las aguas. Sólo escaparan al naufragio los culos de Pratt y las páginas venecianas de Byron: son ellas las que constituyen la auténtica y perdurable victoria política, son ellas las que hacen Venecia indestructible. La belleza y el amor, que en esta ocasión se confunden, son la única respuesta que el hombre puede oponer al horror y al olvido. Que el mar devuelve a la costa los hijos ahogados de los refugiados que huyen de la guerra. Cuando Venecia, y sus palacios, y sus iglesias de cúpulas redondeadas, hayan sido tragadas por el tiempo, un niño, en algún lugar, sobre nuestro planeta o sobre una estrella lejana, abrirá un libro de Byron, y "como el golpe de varita de un mago", as from the stroke of the enchanted,s wand, Venecia resucitará, majestuosa y soberana, surgirá de océano, semejante a una Cibeles del mar, She looks a sea Cybele, fresh from the ocean... Fresca como el rocío. Si, nuestras palabras, nuestras pobres palabras, son semejantes a los cirios que queman en la noche de Pascua cuando las tumbas se abren y la muerte es vencida.
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