EL GATO LOCO QUE MAULLABA HABIBI
Garritas
Tinta sobre Moleskine
Si intento recordar solo me vienen olores. El de las flores con aliento suave, las rosas del valle de Qalat Mgouna, mezclado con el picante olor de la menta que descendía de las montañas.
El del Colegio Invisible, un castillo de barro emboscado en medio de un oasis. Las sedas del zoco, pebeteros de plata, mosquetes con las cachas de nácar y marfil, mujeres raptadas por los jazmines, alfombras voladoras llevadas por duendes y pájaros, como el Besat de la Reina de Saba que llevaba un castillo amurallado encima.
El jeque Abdú, con los bigotones llenos de trozos de pistacho, escribía en la arena con una ramita. A mis ojos los gusanos bailarines de la corte, el poderoso Shai Hulud de los desiertos de Dune :
-" Cuando la última letra del cuadrado mágico se encuentra con la primera, la palabra Hab que significa amor es formada.
Habib significa Amado o Amada. Ligada al corazón, a lo que descansa en mi pecho, a lo que es mio porque así ella lo decide se pronuncia Habibi.
Habibi se escribe como un río. Haa es una ola. El agua exhala. El posesivo "mi" se hunde en un inhalar, en un tragar profundo.
El yo se enreda en los hilos del amor cuando reclama ser propietario de algo. Es la orilla, la roca, que el agua ha de romper..."
Había por allí un gato negro de pupila dilatada, negra, vaginal, que habiendo recorrido el patio a grandes saltos se estiraba y afilaba ahora las uñas contra un trozo de madera tirado. Nos conocíamos. Le llamaban en la fragua Griffes y Máheled. Yo le llamaba Garritas.
-" Vaya, veo que os interesa más ese gato que lo que os cuento.·- Se interrumpió el caminante.-" Garritas está loco por amor. Maúlla Habibi a todas horas. Se cree un camaleón ¿ No veis como se queda parado horas y horas bajo una ventana y hasta cambia de color.? Hoy negro, mañana atigrado, pasado con manchas de vaca y hasta azul...Yo le he visto.
Ahora que es un camaleón tiene el poder de estudiar los sueños y fosilizar el mundo, detener las hojas en su caída, replegar arroyos, atravesar las lunas del tiempo, desandar las edades del hombre, apretar el corazón de las manzanas, convertir el surco medio de su lengua en palabras tejidas.
Ahora es el lenguaje mismo y tiene sus propiedades. Avanza por orden, pata a pata. De cuerpo estrecho, no hay trama de hojas ni maleza tupida que impida su paso. De día evita las espinas. De noche sabe lamerse las heridas. La cresta de su lomo es la frontera entre la luz y la oscuridad. Él, que sorprende a los demás no gusta de ser sorprendido. Él en sus patas tiene cinco garras de firmeza. Son, en la lengua, las cinco palabras tesoro...Amor, sueño, luz, entorno y flor, con sus correspondientes sentidos del tacto, el gusto, la vista, el oído y el olfato.
Finalmente la más importante de sus propiedades. Su cola es tan pronto egoísta como el más fuerte sostén a las caídas."
Yo vivía, habibi, en una casa llena de vencejos.
Tinta sobre Moleskine
Si intento recordar solo me vienen olores. El de las flores con aliento suave, las rosas del valle de Qalat Mgouna, mezclado con el picante olor de la menta que descendía de las montañas.
El del Colegio Invisible, un castillo de barro emboscado en medio de un oasis. Las sedas del zoco, pebeteros de plata, mosquetes con las cachas de nácar y marfil, mujeres raptadas por los jazmines, alfombras voladoras llevadas por duendes y pájaros, como el Besat de la Reina de Saba que llevaba un castillo amurallado encima.
El jeque Abdú, con los bigotones llenos de trozos de pistacho, escribía en la arena con una ramita. A mis ojos los gusanos bailarines de la corte, el poderoso Shai Hulud de los desiertos de Dune :
-" Cuando la última letra del cuadrado mágico se encuentra con la primera, la palabra Hab que significa amor es formada.
Habib significa Amado o Amada. Ligada al corazón, a lo que descansa en mi pecho, a lo que es mio porque así ella lo decide se pronuncia Habibi.
Habibi se escribe como un río. Haa es una ola. El agua exhala. El posesivo "mi" se hunde en un inhalar, en un tragar profundo.
El yo se enreda en los hilos del amor cuando reclama ser propietario de algo. Es la orilla, la roca, que el agua ha de romper..."
Había por allí un gato negro de pupila dilatada, negra, vaginal, que habiendo recorrido el patio a grandes saltos se estiraba y afilaba ahora las uñas contra un trozo de madera tirado. Nos conocíamos. Le llamaban en la fragua Griffes y Máheled. Yo le llamaba Garritas.
-" Vaya, veo que os interesa más ese gato que lo que os cuento.·- Se interrumpió el caminante.-" Garritas está loco por amor. Maúlla Habibi a todas horas. Se cree un camaleón ¿ No veis como se queda parado horas y horas bajo una ventana y hasta cambia de color.? Hoy negro, mañana atigrado, pasado con manchas de vaca y hasta azul...Yo le he visto.
Ahora que es un camaleón tiene el poder de estudiar los sueños y fosilizar el mundo, detener las hojas en su caída, replegar arroyos, atravesar las lunas del tiempo, desandar las edades del hombre, apretar el corazón de las manzanas, convertir el surco medio de su lengua en palabras tejidas.
Ahora es el lenguaje mismo y tiene sus propiedades. Avanza por orden, pata a pata. De cuerpo estrecho, no hay trama de hojas ni maleza tupida que impida su paso. De día evita las espinas. De noche sabe lamerse las heridas. La cresta de su lomo es la frontera entre la luz y la oscuridad. Él, que sorprende a los demás no gusta de ser sorprendido. Él en sus patas tiene cinco garras de firmeza. Son, en la lengua, las cinco palabras tesoro...Amor, sueño, luz, entorno y flor, con sus correspondientes sentidos del tacto, el gusto, la vista, el oído y el olfato.
Finalmente la más importante de sus propiedades. Su cola es tan pronto egoísta como el más fuerte sostén a las caídas."
Yo vivía, habibi, en una casa llena de vencejos.
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