COSAS DE LA BALLENA

JONAS Y LA BALLENA SKETCH
Pilot on Moleskine
1995

Una noche de verano, tierra adentro, oí la cantata amorosa de las ballenas. Y viajé a las Azores a encontrarme con ellas. No pude verlas. Vi cuadros, y colmillos enormes tallados y arpones colgando de las paredes y muchas nubes grises con sus formas. Vi un muro de unos cien metros de largo en un muelle, en la isla de Horta, donde los navegantes de todo el mundo dejan sus mensajes y sus dibujos.
Leí un mensaje firmado por una tal Flaca, navegante de los otros caminos a bordo de "La caracola y el león" dando la vuelta al mundo con un piano: "Las primeras ballenas eran una mujer y un hombre haciendo el amor y cantándose en una playa. Su amor les llevo a rodar sobre la arena en dirección al mar. Y allí se quedaron."
El bar de Peter, taberna y oficina de correos, propicia todo tipo de encuentros. Aventureros, navegantes, balleneros...
Fatma de Marrakech me contó que la noche que nació el profeta la tierra tembló, el lago Sawa que había sido venerado como un dios se secó, la piedra negra de la Meca flotó en los aires y a la mañana siguiente los tronos de todos los reyes de mundo miraban hacía atrás.
El gran pez Tamusa, con setecientas mil colas y setecientos mi bueyes que campan a sus anchas sobre su lomo, tembló de alegría y casi pone el planeta del revés.
Un arponero polinesio cubierto de tatuajes azules y con perfil de halcón me dijo que un gran pez salvó a su pueblo del Diluvio. Los llevó en su vientre. Allí habían encontrado agua dulce y buenas tierras. El gran pez tiene en el lomo un gran agujero rodeado de coral por donde entra el aire y la luz, el sol y las grandes lluvias. Allí dentro su pueblo sembró las doce semillas. Luego insistió en dormir conmigo, en compartir mis habitaciones, pues no había conseguido encontrar alojamiento en todo el pueblo.
Y luego está la historia de Jonás. El párroco, don Octavio, apuntaba que Dios ordenó a Jonás que saliese a predicar a Nínive pero este prefiríó embarcarse a Tarsis, más concretamente a Málaga. Sostenía que este mito parecía corresponder a uno muy antiguo en el que el dragón no devora a la victima ritual "porque ha sido engañado" Es decir, esperaba una presa femenina y virgen, y le han echado de almuerzo a un hombre vestido de mujer. Por eso lo vomita.
Yo retomé esta historia en mi novela gráfica "Max Mengues y la ballena" donde la ballena es un pub londinense en el que nuestro héroe se refugia·para mitigar sus sobresaltos con cerveza negra, y allí pasa varios días.
Michelet escribió que las ballenas para amarse deben lanzarse por los aires verticalmente en un salto infinito y proyectarse la una sobre la otra, de forma que, como un rayo, el sexo del macho penetrase en el de la hembra y lanzase su esperma. Cuántos esfuerzos infructuosos, infinitos, necesitaban para su abrazo y reproducirse. " Y luego se desplomaban con un peso inmenso...el oso y el hombre huían despavoridos por sus suspiros." Este mito es la imagen de la acción.

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