ARTE Y NECESIDAD. MODIGLIANI Y EL PERCEBE
WOUNDED ANIMAL ( DETALLE )
Acrílico sobre lienzo- 2011
Cuentan que hasta hace bien poco una inglesa alta y desgarbada se paseaba por cierto garito contando su historia a quién quisiera invitarla a un orujo y un canapé de riñones.
Decía haber sido modelo y amante de Modigliani. "Era bello como el Diablo de Milton, como Byron en Missolonghi". Para tallarla, siempre la mujer, en madera, robaron juntos una traviesa del metro de Paris, de la estación de Barbés, saltando la verja. " Se me rompió la falda " Este robo era cosa común. De ahí que las esculturas de Modi midieran cerca de un metro y fueran tan estilizadas en una época. Si pegas el oído a ellas oyes el traqueteo del tren y huelen a repós de carruaje y a asientos rancios...
Al principio Modigliani decía ser escultor y sólo porque la madera, el granito o el mármol eran muy caros se pasó a la pintura. En uno de los cafés de Montmatre dormía la mona con un cartel colgado de los pies: "Soy pintor. Judío. Hago retratos por cinco francos"
Por ese tiempo Modi tenía otra amante inglesa, la poetisa Beatrice Hastings, que siempre salía a la calle acompañada de un pato vivo. Fue ella la que le inició en el hachís y en toda clase de excesos. Picasso decía que las mayores cogorzas, entre Montparnasse y el bulevar de Raspail, eran las de Modi, que hacía guardia perenne frente a su tristeza. El dolor y el ajenjo. Del claustro pagano al jardín. Él, el también pintor japonés Foujita y cierto artista español, el gallego Ferreiro, al que llamaban el percebe, se metían juntos a dormir la borrachera en los cubos de basura.
Parece ser que fue Ferreiro el que introdujo esta costumbre, la Cábala de Toledo y el culto a los muertos, en la forma de la Santa Compaña entre los artistas de la Rotonde. Tenía la cabeza que recordaba el lápiz de un carpintero. Venía del mar de los Ártabros y todos sus cuadros los compraba la misma mujer. No se prodigaba mucho. Vi uno una vez, en una casa particular, en una fiesta, colgado junto a un Romero de Torres, y era como ver juntos a un arenque y un pepinillo.
La desgracia, golpe tras golpe de mar, lo engordaba. Como a un percebe, ciertamente. Tras los temporales invernales es cuando están en sazón. "O salmón e o percebe, en Abril " dicen los norteños. Y es cierto que los grandes percebes son los que se comen por pascua. No hay más receta que la de cocerlos con una hoja de laurel. Apolo que se acerca al mar. La captura del percebe en las rocas oceánicas cuesta al año muchas vidas por los golpes de las olas. Hijo del mar de Ossian y de Pondal Ferreiro olía a marisco y engordaba cuando más duro lo trataba la vida. Y Modigliani que buscaba el Finisterre aquí y ahora lo notó.
Max Jacob fue alumno suyo. Y juntos iniciaron a aquellos lunáticos en el laberinto del esoterismo y la astrología, en el Zohar y en la absenta, en la alquimia y en el hambre.
Más tarde vendría Satie a tocar el piano en calzoncillos largos, abrigo y bufanda. Allí en la rue Cortot, está el museo más pequeño del mundo, el armario del músico tal y como lo dejó. Se puede ver aún hoy previa cita.
Un día de invierno sorprendió a Modigliani en el estudio de la Gran Chaunere agonizante rodeado por botellas de vino, latas de sardinas vacías y manos de Fátima. El percebe vio que la amante del pintor, Jeanne Hebuterne embarazada de nueve meses le retrataba con gesto seguro. él le decía: "Sigueme en la muerte y en el cielo seré tu modelo favorito"
Modigliani murió en el hospital la noche del 24 de Enero de 1920. Jeanne no besó el cadáver. Retrocedió sin dejar de mirarle. El percebe puso su mano, que olía a mar, manchada del sonrosado de las pieles que pintaba, en su espalda. El resto es caída.
Acrílico sobre lienzo- 2011
Cuentan que hasta hace bien poco una inglesa alta y desgarbada se paseaba por cierto garito contando su historia a quién quisiera invitarla a un orujo y un canapé de riñones.
Decía haber sido modelo y amante de Modigliani. "Era bello como el Diablo de Milton, como Byron en Missolonghi". Para tallarla, siempre la mujer, en madera, robaron juntos una traviesa del metro de Paris, de la estación de Barbés, saltando la verja. " Se me rompió la falda " Este robo era cosa común. De ahí que las esculturas de Modi midieran cerca de un metro y fueran tan estilizadas en una época. Si pegas el oído a ellas oyes el traqueteo del tren y huelen a repós de carruaje y a asientos rancios...
Al principio Modigliani decía ser escultor y sólo porque la madera, el granito o el mármol eran muy caros se pasó a la pintura. En uno de los cafés de Montmatre dormía la mona con un cartel colgado de los pies: "Soy pintor. Judío. Hago retratos por cinco francos"
Por ese tiempo Modi tenía otra amante inglesa, la poetisa Beatrice Hastings, que siempre salía a la calle acompañada de un pato vivo. Fue ella la que le inició en el hachís y en toda clase de excesos. Picasso decía que las mayores cogorzas, entre Montparnasse y el bulevar de Raspail, eran las de Modi, que hacía guardia perenne frente a su tristeza. El dolor y el ajenjo. Del claustro pagano al jardín. Él, el también pintor japonés Foujita y cierto artista español, el gallego Ferreiro, al que llamaban el percebe, se metían juntos a dormir la borrachera en los cubos de basura.
Parece ser que fue Ferreiro el que introdujo esta costumbre, la Cábala de Toledo y el culto a los muertos, en la forma de la Santa Compaña entre los artistas de la Rotonde. Tenía la cabeza que recordaba el lápiz de un carpintero. Venía del mar de los Ártabros y todos sus cuadros los compraba la misma mujer. No se prodigaba mucho. Vi uno una vez, en una casa particular, en una fiesta, colgado junto a un Romero de Torres, y era como ver juntos a un arenque y un pepinillo.
La desgracia, golpe tras golpe de mar, lo engordaba. Como a un percebe, ciertamente. Tras los temporales invernales es cuando están en sazón. "O salmón e o percebe, en Abril " dicen los norteños. Y es cierto que los grandes percebes son los que se comen por pascua. No hay más receta que la de cocerlos con una hoja de laurel. Apolo que se acerca al mar. La captura del percebe en las rocas oceánicas cuesta al año muchas vidas por los golpes de las olas. Hijo del mar de Ossian y de Pondal Ferreiro olía a marisco y engordaba cuando más duro lo trataba la vida. Y Modigliani que buscaba el Finisterre aquí y ahora lo notó.
Max Jacob fue alumno suyo. Y juntos iniciaron a aquellos lunáticos en el laberinto del esoterismo y la astrología, en el Zohar y en la absenta, en la alquimia y en el hambre.
Más tarde vendría Satie a tocar el piano en calzoncillos largos, abrigo y bufanda. Allí en la rue Cortot, está el museo más pequeño del mundo, el armario del músico tal y como lo dejó. Se puede ver aún hoy previa cita.
Un día de invierno sorprendió a Modigliani en el estudio de la Gran Chaunere agonizante rodeado por botellas de vino, latas de sardinas vacías y manos de Fátima. El percebe vio que la amante del pintor, Jeanne Hebuterne embarazada de nueve meses le retrataba con gesto seguro. él le decía: "Sigueme en la muerte y en el cielo seré tu modelo favorito"
Modigliani murió en el hospital la noche del 24 de Enero de 1920. Jeanne no besó el cadáver. Retrocedió sin dejar de mirarle. El percebe puso su mano, que olía a mar, manchada del sonrosado de las pieles que pintaba, en su espalda. El resto es caída.
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