UN ACTO MÁGICO
Acrílico sobre lienzo-2011
El pintor y mago Austin Osman Spare vivía en un estudio tan pequeño que no podía tener una cama. Tenía que dormir en dos sillas enfrentadas. Acostumbrados a ver los estudios de los grandes gurús del arte moderno en los que caben el artista, un retén de bomberos y una familia de trapecistas húngaros, todos trabajando a la vez, nos gustaría ver, por ejemplo, a Schnabel pintando un pequeño lienzo en el antiguo estudio de Spare.
Sostuve en la mano obra de Spare en la librería Atlantis de Museum Street, Londres. Me galvanizó como lo haría un día de tormenta seca, sólo eléctrica , tan querida a Tesla.
Un genio que vivía como un buhonero. Exponía en las tabernas y por unos chelines hacía retratos a quien se lo pedía.
Solitario y excéntrico. Pobre como Blake, de quien decía ser reencarnación, se declaraba mago. Creador de un nuevo paradigma mágico el Zos Kia Kultus, mecenas de gatos y borrachos de pub. Tenía su estudio en la otra orilla del Támesis, en al Bankside. Cerca de donde están el pub The Anchor, el teatro The Globe y las logias chinas de la mujer serpiente protegidas por triadas sin nombre, en las calles circundantes de la vieja Clink and Deadman,s place. Siempre me ha atraído esta zona de Londres. No sé la razón. Queda poco del aura de los antiguos burdeles, de las victimas de la plaga y de las legiones de gatos, que como hemos dicho, Spare daba cobijo y alimento. Durante los temibles bombardeos alemanes de la segunda guerra mundial, conocidos como el Blitz, una bomba derruyó la casa donde vivía Spare. Quedó maherido. Perdió el uso de su brazo derecho. Así que en un increible ejercicio del arte como voluntad verdadera y única, decidió aprender a pintar y valerse con la mano izquierda y utilizar dicho ejercicio como un acto mágico. Al cabo del tiempo, cuando, por fin, pudo dominar tal tarea, el brazo que los médicos habían declarado inútil y sin curación posible, volvió a moverse.