EQUILIBRIO

JE SUIS EL OTRO
Mixta sobre lienzo-2010



El espacio que separa nuestra mirada del astro más lejano que podemos percibir es apenas milímetros al lado de los millones de kilómetros que separan nuestras retinas del cerebro.

La matemática de los equilibrios, el sagrado Tao, vincula estrechamente la menor de nuestras moléculas al más oculto asteroide, de manera que el más simple de nuestros gestos puede, allá lejos, decidir el destino de una estrella.


Siendo responsables de este cosmos cualquiera que fuesen nuestros actos, nuestro pensamientos, el equilibrio se establecerá en alguna parte. Si deseamos destruir, sumarnos a la marea entrópica, será solo para compensar la creación de algo hermoso en otra parte.