SACRIFICIO Y CREACIÓN
Damos a la pintura un sentido ascético si entendemos por abstracción un proceso de verdad última, de desnudarse, de desprendimiento y negación, que da comienzo con la observación y el cerrar de ojos, aquietando el sentimiento, y que culmina con el sacrificio de toda mediación, incluida la del artista. Pero sería un error entender este sacrificio en un sentido literal, puesto que las tradiciones místicas, estamos hablado de arte, ponen el énfasis en la muerte espiritual, una suerte de muerte moral que ha de acompañar a la vida de creación.
Es la llamada de la sangre la que nos lleva a la acción. La sangre nunca retrocede, el hierro que la articula es, también, el que puede derramarla. Debemos pactar con lazos de sangre. Romper un himen para cantar un amor, besar la herida abierta, cubrir lo que esta revela con nuestra imaginación y desear que siga manando la sangre para sentir que vivimos muriendo. Y al revés.
" Es criminal matar a la víctima porque es sagrada" Dice Gerard " Pero la víctima no sería sagrada de no ser sacrificada " Amor.
Es la llamada de la sangre la que nos lleva a la acción. La sangre nunca retrocede, el hierro que la articula es, también, el que puede derramarla. Debemos pactar con lazos de sangre. Romper un himen para cantar un amor, besar la herida abierta, cubrir lo que esta revela con nuestra imaginación y desear que siga manando la sangre para sentir que vivimos muriendo. Y al revés.
" Es criminal matar a la víctima porque es sagrada" Dice Gerard " Pero la víctima no sería sagrada de no ser sacrificada " Amor.