EL COLOR DE LAS ESTRELLAS

Toledo
Cuaderno de apuntes- Pluma y acuarela
Hay una estrella inscrita en cada arco. La Pentada. También las encontramos en las huellas de los caballos en la tierra. Las estrellas que mueren son causa directa de las que nacen. Al estallar una nova desplaza masas de materia que se congregan en torno a núcleos receptores de ardientes partículas que no tardaran más que un parpadeo de millones de años luz en ser nuevas estrellas. Aprendí de un lanzador de cuchillos de un circo méxicano que los aztecas creían que las estrellas eran el alimento del sol, que sediento de sangre masticaba astros al amanecer, pero que juguetón y sobrio como un gato nunca se los comía todos.
Los sabios chinos agruparon las estrellas en 28 constelaciones. A su vez la bóveda celeste estaba dividida en cuatro cuadrantes, cada uno de los cuales tenía un regente: El este estaba bajo el dominio del dragón verde; el pájaro bermellón o fénix tenía a su cargo la región sur; el oeste vivía bajo el control del tigre blanco y el norte era regido por el guerrero oscuro, la tortuga.
Para los fineses el origen del mundo fue un enorme huevo de fuego que a causa de un cuesco poético estalló en miles de millones de trozos. Sus restos son las estrellas actuales. Quizá el color del huevo era el del acoiris, que a partir de esa explosión alumbró innumerables tonos y matices para que los niños jueguen.
Es el ponedor de huevos místico, clueca y partera, el Hacedor de Estrellas quién sabe. Consciencia invisible pero capaz de manifestarse en lo gracioso, en el matiz, en el color.