SUBE EL MERCURIO

Acrílico sobre lienzo-2009
Espero que se me haga el honor de atacarme hasta el último momento.
Joan Miró
El acto implica ardor, desasosiego, movimiento. Concebirlo en cambio como estático, inerte, es depurarlo de su realización material y concederle una suerte de eternidad ciega. Es y no es. Es el lienzo en blanco, el pigmento manchando las manos. Es y no es el adversario perfilado dirigiendo la punta de su espada hacia nuestros ojos. El amante inmóvil, esperando...
La experiencia sucede entonces en el límite de las agotadas fuerzas físicas, como el efecto de una colisión entre el sentimiento de la belleza percibida y la tensión corporal.
Hay otras fuerzas que parecen atar al hombre: La necesidad que lo empequeñece y que no es sino ilusión, la gracia que lo libera pero que si no existe significa que no hay culpable; y la gravedad que le sitúa en un decorado donde debe asumir su propio destino. De este acto primordial nace todo acto y toda magia.