EL ARTE DE CAMINAR

Quizá todo se reduzca a eso. El arte de caminar, el arte de sortear obstáculos, el arte de no interferir con el ritmo natural de las cosas, el arte de ceñirse a la realidad y no a la imagen que tenemos de la realidad. Dicen en la película Matrix, esa perla gnóstica : " No es lo mismo conocer el camino que andar el camino " Quien conduce no lo hace de acuerdo a un manual, sino de acuerdo a la carretera.
Este arte de caminar que propongo, no es, pues, el resultado de unas reglas. Es algo desapegado, taoista, sureño hasta las trancas. Es encontrar sin buscar. ¿ Como alguien va a buscar, si en el fondo nunca sabe lo que realmente quiere ? Es el arte de dar en la diana sin mirarla. Es el arte donde nada queda sin hacer, donde la espontaneidad cuenta más que el pensamiento. Decía Hung Mung el filósofo caoista: " El hombre virtuoso no sigue ninguna regla." Y también " Cuando uno se esfuerza se ensucia las calzas de seda."
Es el arte de la acción pura, en la que uno no se preocupa del movimiento, porque es el movimiento mismo. Uno es la acción. Esa es la razón por la que los buenos deportistas tratan de liberarse de la conciencia de sí mismos para mejorar su rendimiento. Y quien dice deportista dice artista, actor, funambulísta o titiritero...
Es el paseo del gato.
Es el juego de los niños