AL PRINCIPIO FUE LA FIESTA

EL SEÑOR DE LA DANZA
Mixta sobre tabla.




En el principio no fue el verbo, fue la acción. Después vino la fiesta.

La fiesta es la totál y primera manifestación de espíritu. De la fiesta provienen todas sus obras: Las artes, la religión, la historia misma. La celebración de la fiesta exige un espacio consagrado: Grutas o cimas, lugáres orientados a las estrellas, círculos mágicos, mandalas, verdaderos mapas para los viajeros. Después del sacrificio viene la fiesta. El baile es el momento en el que el espíritu se manifiesta. La danza es un arte completo al estar contenida entéramente en el cuerpo del hombre. El microcosmos es ahora el templo, el lugar de la ofrenda y el sacrificio. La música, el ritmo y la danza provocan el éxtasis
Música que es palabra cantada, plegaria, salmo. El ritmo es un intento de congelar el tiempo, de mantenerse en el aquí y en el ahora. El ritmo recupera el pasado y el futuro y los fija en una sola cadencia. La vida pasa y no pasa.
Toda vida es vibración entre el nacer y el morir, una ondulación que se extiende entre dos momentos. Cada órgano del cuerpo responde a una vibración. El ritmo contiene la vida y la exalta, es el eco de los ecos vitales. Todos los gestos de la danza cristalizan en el templo que es una danza perpetua. Aprendemos a bailar para aprender a amar. La arquitectura es la transfiguración de la piedra. El entusiasmo de la fiesta transmutado a la roca. La escultura nace aquí, y también la pintura, que es un verso que resalta entre el trenzado del muro. Todas la artes son móviles. Por ejemplo, el ojo recorre y da vida a la pintura si esta se presta, si está hecha por alguien que sabe pintar como danzar.
Con el devenir del tiempo las artes se escindieron del templo. Hubo un tiempo en que la poesía no cantada, sin música, era impensable. Tratamos de llevar el arte del templo al palacio, y de allí al jardín, y de allí a la galería donde se mercadea...
Hay que abrir bien los ojos. Porque solo una cosa tiene la facultad de cambiar y cambiarnos. Hay que distinguir la concentración de la distracción, del entretenimiento. Los verdaderos artistas deben poseer en su danza todas las artes.