ARASHI SAN, EL SEÑOR TORMENTA

Kuniyoshi Iwao, el viejo y reputado calígrafo japonés conocido por sus alumnos como Arashi-san, el señor tormenta, era adicto a los dulces. En su vejez ascendió de la palabras al símbolo. Cuando ya no era sólido ni fuerte, pero se sentía tranquilo dibujo el ideograma Mu, que significa vacío, con la punta de sus bastón en el asfalto fresco de la calle londinense Queens Gardens.
Lo hizo sobre aquella sombra viscosa porque no tenía a mano arena lamida por un perezoso mar verde.
-Una pintura ha de ser un sablazo para el corazón de madera que llevamos dentro.-Me dijo disimulando que acababa de tragarse un caramelo de menta.-Musashi es contemporáneo de vuestro D,artagnan. A los trece años tuvo su primer duelo y mató a un hombre que había despreciado en público a su padre.
Estuvo bajo la tutela del monje Takuan, autor de "la Sabiduría Inmutable". Toda su vida peregrinó en busca del conocimiento. Fue un caballero errante, un samurai sin amo, un ronin, un hombre ola.
A los treinta años renunció a su espada de acero y siguió batiéndose con una de madera. No perdió un solo combate.
Debes entender lo que decimos nosotros con "Zen, Ken, Shu." La meditación, la espada y el pincel son la misma cosa.
Musashi no solo fue un guerrero. Con el pincel fue uno de los mas grandes y destacados artista de Japón. Valiéndose del pincel desarrolló una precisión de cirujano con su espada. Y con su esgrima dotó a su pintura de una pureza de línea prístina, inalcanzable.
Aquél hombre era capaz de pintar el viento, un aliento detenido, el instante eterno, con una pintura sobria que se valía de lo esencial desdeñando lo superfluo. Musashi conocía el secreto de la quintaesencia. Podía captar en un rápido movimiento de su muñeca una escena en la que, por ejemplo, un pájaro desciende sobre una rama y ésta empieza a agitarse desplazada por el viento que generan las pequeñas alas antes de que se pose en ella.
Musashi escribió :
" Cuando me enfrento a un enemigo (...) quedo completamente inconsciente del adversario que tengo delante, lleno en verdad del espíritu de subyugar hasta la tierra y el cielo." Esto es arte...
Musashi murió pacíficamente a los 61 años, retirado del mundo de los hombres en la cueva Reigendo. Poco antes de morir redactó su famoso " Libro de los cinco anillos".-
Para Arashi-San todos los caminos eran el mismo camino. El espíritu necesario para emprender cualquier cosa ha de ser el mismo. Mente abierta, humildad, entrega a la práctica diaria sin esperar los frutos de la acción, haciendo las cosas por el mero placer de hacerlas. Me indicó que para mejorar mi muñeca en el momento de pintar debería encontrar una buena escuela de esgrima, y me recomendó la escuela Katori. Desde entonces pinto para ser mejor espadachín y practico esgrima para ser mejor pintor.
He aprendido que así como hay cinco maneras de probar el filo de una katana, a saber: La primera cortando una rama de encina de cinco pulgadas de diámetro, la segunda cortando una gavilla de paja, la tercera cortando el asta de un ciervo, la cuarta cortando el cuerpo de un ajusticiado, y la quinta, y mas difícil de todas, la llamada prueba del agua. (Si golpeamos la superficie del agua concentrando en el golpe toda la energía interior, el agua devuelve el golpe con tanta fuerza como el hierro o el acero ) hay, asimismo, cinco maneras de probar los pinceles de luz del maestro Arashi : La primera sobre papel de estraza, arrugado, pisado y humedecido, la segunda sobre una piedra, la tercera sobre el lomo de un toro, la cuarta sobre la piel humana en primavera, y la quinta, y la más temible, sobre la arena de una playa tres horas después de retirarse la marea.