INTRODUCCIÓN POR ROSA CRUZ

Me es tan difícil escribir sobre Leo Vicent como escribir sobre un amigo íntimo.
Pintor, orientalista, conferenciante, viajero incansable, debió ser en alguno de sus viajes en aquellos sus " años perdidos " cuando, supongo, cayó bajo las perniciosas influencias de las filosofías Zen y Shinto de Japón, del curry, y de la amapola enteógena que crece en las montañas de K,un Lun. Volvió convertido en profesor de Tai Chi y en discípulo aceptado de la más antigua escuela de caballería de Japón, la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. Caballero de Oriente y Occidente, de ese Oriente por donde sale el sol. Me dijo en una ocasión que en la palabra Oriente duerme, por feliz circunstancia, el oro alquímico y el de la primera mañana del mundo, y es la búsqueda de ese oro no material lo que le convierte en un caballero de fortuna.
Absoluto pintor que desgrana el verso de Dante:
Pintor, orientalista, conferenciante, viajero incansable, debió ser en alguno de sus viajes en aquellos sus " años perdidos " cuando, supongo, cayó bajo las perniciosas influencias de las filosofías Zen y Shinto de Japón, del curry, y de la amapola enteógena que crece en las montañas de K,un Lun. Volvió convertido en profesor de Tai Chi y en discípulo aceptado de la más antigua escuela de caballería de Japón, la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. Caballero de Oriente y Occidente, de ese Oriente por donde sale el sol. Me dijo en una ocasión que en la palabra Oriente duerme, por feliz circunstancia, el oro alquímico y el de la primera mañana del mundo, y es la búsqueda de ese oro no material lo que le convierte en un caballero de fortuna.
Absoluto pintor que desgrana el verso de Dante:
" Dolce calor d, oriental zaffiro " su imaginación, su delicada artesanía, su oído, su sencilla paleta y su probidad son parejamente admirables.
Tiene mucho de juglar que se entrega a los sueños. No se evade de las situaciones. Es un hombre de acción, pero, ante todo, es el hacedor de un arrebatado universo de formas y colores a mis ojos la sustancia íntima de la vida.
Yo, amiga y coleccionista de su obra, soy la encargada de mostrar su arte, de compilar sus escritos y de trabajar esta bitácora de sueños. Abarca sueños nocturnos y diurnos, que son un ejercicio voluntario de la imaginación y el sentimiento.
En el sexto libro de la Eneida se dice que son dos las puertas divinas por las que nos llegan los sueños : La de marfil, que es la de los sueños vanos, y la de cuerno, que es la de los sueños proféticos. Entrarán tigres del sueño en esta bitácora y quizá sintamos miedo. Siempre será mejor que sentir miedo en sueños y engendrar un tigre en el corazón.
Hay un tipo de sueño que merece nuestra singular atención: El sueño de un hombre despierto.
Con vosotros, carne y sangre, Leo Vicent, pintor
Tiene mucho de juglar que se entrega a los sueños. No se evade de las situaciones. Es un hombre de acción, pero, ante todo, es el hacedor de un arrebatado universo de formas y colores a mis ojos la sustancia íntima de la vida.
Yo, amiga y coleccionista de su obra, soy la encargada de mostrar su arte, de compilar sus escritos y de trabajar esta bitácora de sueños. Abarca sueños nocturnos y diurnos, que son un ejercicio voluntario de la imaginación y el sentimiento.
En el sexto libro de la Eneida se dice que son dos las puertas divinas por las que nos llegan los sueños : La de marfil, que es la de los sueños vanos, y la de cuerno, que es la de los sueños proféticos. Entrarán tigres del sueño en esta bitácora y quizá sintamos miedo. Siempre será mejor que sentir miedo en sueños y engendrar un tigre en el corazón.
Hay un tipo de sueño que merece nuestra singular atención: El sueño de un hombre despierto.
Con vosotros, carne y sangre, Leo Vicent, pintor